martes, 20 de mayo de 2008

Un ¿qué? para un ¿cómo?


Muchas veces pense que el tener un diario era rídiculo, cada quien pone su versión de las hechos, y entonces puedes inventar unas cosas maravillosas que dejarian a cualquiera estupefacto. Sin embargo, cuando trato de recordar cosas o momentos en concreto, mi memoria pide ayuda, es cuando revisaba mi cuadernito y revivia viejos instantes. Fue así, como empece a atesorar cada uno de mis pasajes, cada hoja; como daba fe con mi rubrica a cada relato de mi vida y de lo que pasaba a mi alrededor; todo y cada uno de los eventos fueron relatados tal y como pasaron, sin mentiras ni fantasías. He de admitir que hubo cosas que omití, porque me bastaba describir un suceso para poder recordar lo que senti ese día y ese momento. Los olores, los sabores, las texturas de más de una piel...pero todo aquello se esfumo. Perdi mas de dos años de mi vida, sentimientos, tristezas, todo lo perdí. Se diluyo con la pérdida de mi diario.

No me da pena admitirlo, yo tenia un diario, y ahora esta solo por el mundo, sin que quiza alguien lo lea. Me hace tanta falta...quisiera recuperar un poco de lo que fui.






No hay comentarios: